Elige una mochila lo más ergonómica posible y que nunca sobrepase los 10 kilogramos de peso. Separa con bolsas de tela los elementos que introduzcas, colocando lo más pesado en la parte inferior y lo más próximo a la espalda para mantener el punto de equilibro. Las cosas que necesites más a mano ponlas cerca.

También es imprescindible una gorra para el sol, la cantimplora o pequeña botella de agua, una navaja multiusos, una linterna, botiquín personal, toallitas higiénicas, medicinas, gafas de sol, artículos de aseo, toalla, bañador, un poncho para la lluvia, protector solar y si los tienes, unos bastones para caminar.

Una pequeña mochila para el trayecto del camino diario… recuerda que disponemos de un coche soporte para el traslado de la mochila grande, el saco de dormir y la esterilla.

 

¿Qué calzado es el adecuado?

Este es uno de los aspectos más importantes, por lo que tiene que ser lo más cómodo posible para tu pie. No olvides llevar las tiritas. También es recomendable llevar otro calzado cómodo para descansar el pie después del camino y unas chanclas para la ducha.

 

¿Y de ropa?

No lleves “por si acasos”… normalmente no se utilizan, te aconsejamos varias mudas de ropa interior, unos pantalones largos y otros cortos y/o chándal, una sudadera y varias camisetas son suficientes. Eso sí, no escatimes en calcetines. Puedes ir lavando la ropa en los albergues i/o polideportivos, por lo que no te olvides del jabón y algunas pinzas.